Cuando Dickau se incorpore a la franquicia, Boston contará con 18 jugadores, lo que le obligará a realizar al menos tres descartes antes de iniciar la temporada. ¿Cómo resolverá presumiblemente el equipo esta situación?
Habremos de esperar seguramente a los training camps para conocer cual es la forma final de la plantilla bostoniana, considerando que dependerá en parte de lo que observe durante los mismos el cuerpo técnico las selecciones finales. Sin embargo, algunas decisiones parecen lógicas. ¿Cuáles? Veamoslo.
Punto de partida: Boston dispone de tres jugadores sobrantes contando a Orien Greene, quien todavia no ha firmado, y de 3 millones para financiar cortes, obtenidos del traspaso de Walker a Miami.
Un paso lógico: cortar a Quyntel Woods. Nadie cuenta con él en Boston. La confianza respecto a la posición que ocupa esta despositada en Pierce, Gomes y Redd. Además la voluntad de traspasarlo o cortarlo es más que un rumor, por lo que sólo un milagro puede salvarle. Dado que por si mismo no tiene valor de mercado, sólo podría moverse en un traspaso amplio. Tomando como hipótesis que ésta no se producirá, lo consideramos primer candidato a corte. Resultado: 750.000. Resto del margen salarial de Miami: 2.250.000) Quedan dos cortes.
Un segundo paso: enviar a Greene o a Bynum a la NBDL. Boston ha saturado la posición de base y más de la mitad de los jugadores elegidos podrían ir a la NBDL, según el nuevo convenio: West, Greene y Bynum. En caso de que Boston firme a Greene, parece lógico para Boston que uno de los dos se quede en el equipo y otro se vaya e imposible que ambos convivan. Evidentemente existe también la opción de cortar a uno de ellos, pero parece poco coherente firmarlos primero para cortarlos antes de empezar a jugar. Ese escenario sólo es posible si a Greene se le hace un contrato no garantizado, cosa que parece que no va a suceder. Resultado: tomamos de base el margen garantizado a Bynum, 1.500.000 (temporada y media). Resto del margen salarial de Miami: 750.000 Así, a la práctica es Miami quien le está pagando la estancia de uno de los dos bases a Boston en la NBDL.
El tercer paso: prescindir de Banks. Si no sorprende en los camps, su marcha es muy probable. Es un jugador que ya ha sido traspasado anteriormente, del que no gusta su forma de trabajar y con importantes lagunas en su juego, a pesar de sus condiciones baloncestísticas. Con Dickau, la confianza infinita puesta en West y un posible base de repuesto en la NBDL, es logico salarialmente descargarse de Banks, cuando en el mercado existen posibilidades de obtener por él una elección de segunda ronda y cuando queda un margen de 750.000 para cash considerations si se necesita (improbablemente por una segunda ronda). El problema estriba en que es un bajo valor de cambio para Boston y que Boston prescinde de "malo conocido", por uno de los dos rookies de bajo perfil para cubrir el puesto de tercer base. También hay que tener en cuenta que Boston puede retenerlo este año y no ejercer la opción que tiene sobre él en el próximo si en su tercer año no experimenta una mejoría. Ello, sin embargo, frenaría las posibilidades de juego del resto de jóvenes y supondría su marcha a cambio de nada en 2006 de seguir todo como hasta ahora.
Éstas son mis impresiones en lo que se refiere a la lógica de los cortes, pues salarialmente son las más rentables: de esta forma, a Boston no le costarían ninguna cantidad adicional sus tres jugadores sobrantes. ¿Qué alternativas quedan así descartadas?
1) Cortar a Borchardt: Borchardt sólo sera cortado si se quiere seguir con Banks. Con la marcha de este, se introduce un contrato 500.000 dólares más caro, pero supone un encarecimiento 0 de los gastos salariales si no se consumen los 750.000 dólares sobrantes. Además, como Banks, puede ser cortado en 2006 sin coste salarial. El jugador puede ser además un tercer pivot útil, dada la apatía de Blount o incluso necesario si Ainge consigue atar un traspaso que evacúe el contrato de Mark. Sus principales debilidades son sus largas lesiones y que no mejora significativamente el juego interior.
2) Cortar a Reed: esta opción se podría haber contemplado unos meses atrás pero no tras la liga de verano, donde Reed mostró más que en toda la temporada pasada. Este jugador sólo se marchará del equipo en un traspaso.
3) Otras posibilidades: no las hay. El resto de jugadores son intocables excepto por traspaso.
Como conclusión, pues, señalar que Woods, Banks y Bynum o Greene, son los cortes más probables, si no existen traspasos que los incluyan. La única duda real es si Banks sobrevivirá a Borchardt o no. En mi opinión, cuando se acerque el final de la pretemporada oiremos a Danny Ainge proclamar lo que les ha sorprendido Greene o Bynum y la confianza que han depositado en uno de ellos, sentenciando con ello a Marcus. Boston habrá conseguido así rematar un ajuste de plantilla, que resultará bastante más barata que en el año anterior, en la que los cortes y algunos sueldos se financian con traspasos, a pesar de haber tenido a un alto número de jugadores bajo contrato. Ciertamente no estamos hablando de grandes ahorros, pero no hay que olvidar que en Boston hay dos jugadores claramente muy sobrepagados y las ganas de gastar más de lo necesario ha de estar bajo mínimos.
Habremos de esperar seguramente a los training camps para conocer cual es la forma final de la plantilla bostoniana, considerando que dependerá en parte de lo que observe durante los mismos el cuerpo técnico las selecciones finales. Sin embargo, algunas decisiones parecen lógicas. ¿Cuáles? Veamoslo.
Punto de partida: Boston dispone de tres jugadores sobrantes contando a Orien Greene, quien todavia no ha firmado, y de 3 millones para financiar cortes, obtenidos del traspaso de Walker a Miami.
Un paso lógico: cortar a Quyntel Woods. Nadie cuenta con él en Boston. La confianza respecto a la posición que ocupa esta despositada en Pierce, Gomes y Redd. Además la voluntad de traspasarlo o cortarlo es más que un rumor, por lo que sólo un milagro puede salvarle. Dado que por si mismo no tiene valor de mercado, sólo podría moverse en un traspaso amplio. Tomando como hipótesis que ésta no se producirá, lo consideramos primer candidato a corte. Resultado: 750.000. Resto del margen salarial de Miami: 2.250.000) Quedan dos cortes.
Un segundo paso: enviar a Greene o a Bynum a la NBDL. Boston ha saturado la posición de base y más de la mitad de los jugadores elegidos podrían ir a la NBDL, según el nuevo convenio: West, Greene y Bynum. En caso de que Boston firme a Greene, parece lógico para Boston que uno de los dos se quede en el equipo y otro se vaya e imposible que ambos convivan. Evidentemente existe también la opción de cortar a uno de ellos, pero parece poco coherente firmarlos primero para cortarlos antes de empezar a jugar. Ese escenario sólo es posible si a Greene se le hace un contrato no garantizado, cosa que parece que no va a suceder. Resultado: tomamos de base el margen garantizado a Bynum, 1.500.000 (temporada y media). Resto del margen salarial de Miami: 750.000 Así, a la práctica es Miami quien le está pagando la estancia de uno de los dos bases a Boston en la NBDL.
El tercer paso: prescindir de Banks. Si no sorprende en los camps, su marcha es muy probable. Es un jugador que ya ha sido traspasado anteriormente, del que no gusta su forma de trabajar y con importantes lagunas en su juego, a pesar de sus condiciones baloncestísticas. Con Dickau, la confianza infinita puesta en West y un posible base de repuesto en la NBDL, es logico salarialmente descargarse de Banks, cuando en el mercado existen posibilidades de obtener por él una elección de segunda ronda y cuando queda un margen de 750.000 para cash considerations si se necesita (improbablemente por una segunda ronda). El problema estriba en que es un bajo valor de cambio para Boston y que Boston prescinde de "malo conocido", por uno de los dos rookies de bajo perfil para cubrir el puesto de tercer base. También hay que tener en cuenta que Boston puede retenerlo este año y no ejercer la opción que tiene sobre él en el próximo si en su tercer año no experimenta una mejoría. Ello, sin embargo, frenaría las posibilidades de juego del resto de jóvenes y supondría su marcha a cambio de nada en 2006 de seguir todo como hasta ahora.
Éstas son mis impresiones en lo que se refiere a la lógica de los cortes, pues salarialmente son las más rentables: de esta forma, a Boston no le costarían ninguna cantidad adicional sus tres jugadores sobrantes. ¿Qué alternativas quedan así descartadas?
1) Cortar a Borchardt: Borchardt sólo sera cortado si se quiere seguir con Banks. Con la marcha de este, se introduce un contrato 500.000 dólares más caro, pero supone un encarecimiento 0 de los gastos salariales si no se consumen los 750.000 dólares sobrantes. Además, como Banks, puede ser cortado en 2006 sin coste salarial. El jugador puede ser además un tercer pivot útil, dada la apatía de Blount o incluso necesario si Ainge consigue atar un traspaso que evacúe el contrato de Mark. Sus principales debilidades son sus largas lesiones y que no mejora significativamente el juego interior.
2) Cortar a Reed: esta opción se podría haber contemplado unos meses atrás pero no tras la liga de verano, donde Reed mostró más que en toda la temporada pasada. Este jugador sólo se marchará del equipo en un traspaso.
3) Otras posibilidades: no las hay. El resto de jugadores son intocables excepto por traspaso.
Como conclusión, pues, señalar que Woods, Banks y Bynum o Greene, son los cortes más probables, si no existen traspasos que los incluyan. La única duda real es si Banks sobrevivirá a Borchardt o no. En mi opinión, cuando se acerque el final de la pretemporada oiremos a Danny Ainge proclamar lo que les ha sorprendido Greene o Bynum y la confianza que han depositado en uno de ellos, sentenciando con ello a Marcus. Boston habrá conseguido así rematar un ajuste de plantilla, que resultará bastante más barata que en el año anterior, en la que los cortes y algunos sueldos se financian con traspasos, a pesar de haber tenido a un alto número de jugadores bajo contrato. Ciertamente no estamos hablando de grandes ahorros, pero no hay que olvidar que en Boston hay dos jugadores claramente muy sobrepagados y las ganas de gastar más de lo necesario ha de estar bajo mínimos.
Comentarios
En este sentido, Finley, Spree o Milicic no parecen opciones: inabarcable, innecesario y muy dudoso; además hay apuestas hechas en las posiciones que ocupan. ¿Banks a los Lakers? Quizás, pero a cambio de poco (2a ronda o medianias, que no interesan a Boston en este momento). ¿NBDL para Gomes o Reed? No creo...
El tema central aqui a nivel de traspasos son los siguientes: ¿como resolver la pugna entre Allen y Davis por los minutos en la posicion de SG? ¿con quien quedarse, con Redd o Gomes de suplente de Pierce? ¿como echar a Blount? ¿y como aprovechar para reforzar en el proceso las posiciones más débiles: C, basicamente?
Yo creo que existe un buen conflicto con tantos jugadores para dos puestos, aunque no llegamos al caso de Atlanta. Sin embargo, de entrada, es probable que Green obtenga pocos minutos (esta muy verde, más que Gómez). Por lo tanto, el reparto de tiempo de las posiciones 2 y 3 podria ser Pierce 30 Davis 25 Allen 20 y veinte minutos más a disputar entre el trio Green-Gomez-Reed.
Cierto es que algun traspaso habra de hacerse durante la temporada, pero ¿Pierce? Veremos. Hay quien piensa que lo adecuado habria sido traspasarlo a el en lugar de a Walker... Lastima que quedarse con el segundo fuera demasiado caro.