Ir al contenido principal

Quinto partido: Boston 83-Toronto 93

"As crazy as it sounds, [last night's game] was the first that actually I could see the light," said Rivers, whose team logged another high turnover rate (22 for 18 points). ''I saw some things I really liked about our team. I actually saw some combinations that I really liked. When Ricky Davis got in foul trouble it kind of hurt the plans I had for tonight, but I'm getting a good feel for this team." (DOC RIVERS)

Definitivamente si suena demencial. Boston cayó una vez más en el último cuarto ante uno de los equipos más débiles de la liga, Torono Raptors, y pocos jugadores célticos demostraron buenas maneras. Aunque Lafrentz jugó su mejor partido de pretemporada (máximo anotador, 17 pts. 2 reb), Paul Pierce no tuvo una noche demasiado afortunada (9 pts. 3 reb. 7 as.) o al menos tan afortunada como se espera de él. También Blount cumplió, aunque algo menos que otros días (11 pts. 6 reb.), mientras que Perkins aportó algo de energía desde el banquillo (8 puntos con 4 de 5 en tiros de 2, 4 rebotes). El resto tuvieron una actuación bastante discreta. La clave del partido estuvo en las numerosas faltas cometidas por Boston, que permitieron a Toronto marcar la diferencia en el resultado final: 22 pts fueron anotados desde la línea de personal por los Raptors, por tan sólo 9 de los Celtics.

Lo más positivo fue el regreso de Al Jefferson, quien ofreció una actuación correcta con 8 puntos y 4 rebotes. Es de esperar que su aportación crezca en los próximos partidos.

Más información: BOX SCORE

Lo mejor: el regreso de Al Jefferson
Lo peor: la derrota
Extra: las declaraciones de Eric Willams "''I ain't looking to retire yet, but when I do, I would love to retire as a Celtic." Que así sea.

Próximo partido: hoy, contra New Jersey

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Entradas populares de este blog

Ultimo post: despedida y cierre

Bienvenidos al último post del blog de Branhunter Sí, tras este texto, no volvere a introducir nuevas entradas en este blog dedicado a los Celtics. Ello no impedirá participaciones concretas en foros y otros blogs, pero éstas tendrán una carácter eventual y vinculado a acontecimientos y actuaciones concretas. El futuro en verde Pronto empezarán los training camps y tendremos ocasión de seguir las vicisitudes del equipo bostoniano una temporada más. La temporada que se abre para los Celtics será sin duda mejor que la pasada, aunque aparezca una vez más llena de incógnitas. Boston vuelve a la NBA con un equipo con más juventud, pero con bastante más experiencia y calidad que el año pasado. Algunas incorporaciones claves como Telfair o incluso Ratliff mejoran lo que había antes (Dickau, Lafrentz), mientras que el crecimiento de los jóvenes que entran en tercer y cuarto año o el año sophomore de Green y Gomes han de ser positivos. También los rookies tendrán algo que decir en la liga que s

Algo más que una derrota

Ayer Boston y Minnesota se vieron las caras tras el traspaso de siete jugadores que supuso la llegada de Szczerbiak, Olowakandi y Jones al equipo céltico y el resultado fue una derrota apabullante: 85-110. Quizás esos 25 puntos de diferencia representen una buena medida del error en que ha incurrido Boston realizando este traspaso. A pesar de que no hay duda de que dos jugadores de los Wolves, Banks y Blount, jugaron hipermotivados, sus numeros fueron realmente brillantes: 20 pts y 6 a. y 16 pts y 10 reb. respectivamente. Unas cifras que parece difícil que mantengan en los próximos días, conocido el currículum de ambos, pero que señalan algo importante: que en ese traspaso había algo más que morralla. ¿Cómo debe analizar Boston la decisión de desprenderse de Blount and Co? ¿Cómo un error en la línea seguida en la reconstrucción de la franquicia o como un fracaso en la capacidad de definir una forma adecuada al tipo de jugadores de que se disponia? En la primera creencia viven instalado

Desarrollar o traspasa: el debate céltico

El céltico se pone día sí, día también en la piel de Danny Ainge para meditar sobre el futuro de la franquicia y reflexiona sobre los movimientos que deberían hacerse y las decisiones que deberían tomarse. No es nada peculiar, sólo la herencia de aficionarse a un equipo por proximidad geográfica o porque fue de los primeros que se vieron en televisiones hispanas ganar algún título. El caso es que el seguidor tiende al desasosiego, veinte años sin ganar nada es mucho tiempo, a pesar de que el ejemplo de los Red Sox nos indica que varias generaciones pueden no ver ganar nunca a su equipo profesional estadounidense. Plantilla en mano, el aficionado descubre una composición peculiar, en la que los jugadores de primer, segundo y tercer año forman el grueso de la misma, acompañados por algún veterano irrecuperable, un lider virtual y un jugador ejemplar. Una plantilla que en ningún caso puede pensar que está a punto de ganar nada pero que sus responsables deben dirigir hacia el objetivo del