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Incógnitas del verano (I): El destino de Tony Allen

Tony Allen fue una de las sorpresas agradables del Draft 2004 de Boston Celtics. Elegido en la última de las tres elecciones de primera ronda de Boston, fue el primer rookie con hacerse un puesto de titular en Boston y el único que lo mantuvo de forma regular a lo largo de la temporada, si bien bajo la alargada sombra de Ricky Davis en la sexta posición de la rotación, quien siempre jugó un número mayor de minutos que el joven Allen.

Las razones por las cuales Tony accedió a la titularidad fueron fundamentalmente dos. La primera, su elevada capacidad defensiva, en un equipo donde este aspecto del juego ofreció grandes lagunas a lo largo de toda la temporada. La segunda, el interés de Doc Rivers de formar una segunda unidad con poder anotador, liderada por el mencionado Ricky, lo que obligaba a buscar otro jugador titular en la posición de "small guard". A ello hay que añadir el declive del rendimiento de Jiri Welsch, quien a pensar de contar con oportunidades a principios de temporada, no supo repetir el rendimiento de la temporada anterior en el nuevo estilo de juego implantado por el nuevo coach. Así las cosas, las cualidades de Allen posibilitaron que sobrepasara a Jiri en la rotación, lo que condujo al traspaso de este último en febrero, para mejorar el reparto de minutos entre el resto de jugadores exteriores. El mejor rendimiento de Allen se observó en los primeros meses del año, lo que le permitió ser elegido para participar en el partido rookies vs. sophomores del All Star, donde cuajó una buena actuación. Con el paso de los meses, sin embargo, Allen fue declinando su rendimiento. Su carácter le produjo algunos roces con Doc Rivers, mientras que algunos de sus defectos fueron a más, particularmente su falta de capacidad anotadora. Todo ello, en un equipo donde existe una gran competencia en el puesto de dos (Davis, West), derivó en una pérdida de peso específico y en su exclusión de la rotación durante la difícil primera ronda de playoffs.

El ascenso y "caida" de Tony Allen ha puesto en duda cual puede ser su futuro en el equipo. En los primeros comentarios de la post-temporada, Doc Rivers no se ha referido a él como uno de los jugadores que verán más minutos el próximo año, a diferencia de Al y Delonte. También ha aparecido en algunas previsiones de traspasos como un elemento de cambio útil si surgiera la oportunidad. Parece que el empeoramiento de las relaciones con Rivers, quien unos meses atrás lo consideraba el mejor defensor del equipo, y sus evidentes limitaciones en el tiro de media y larga distancia han sembrado serias dudas sobre su futuro en el equipo. Desde aquí pensamos que cuestionar que Allen es una pieza clave en el futuro de Boston sería un error. No sólo nos encontramos ante un jugador que ha sobresalido entre los rookies este año, sino también frente a alguien que puede aportar mucho a un equipo, con la guía adecuada. Seguramente un desarrollo progresivo de su tiro lo podría convertir en un muy buen jugador, así que ese es el camino más sabio a seguir. Esperemos que la temporada 2006 vuelva a ser la temporada de Allen y que esta vez, sus prestaciones se manifiesten hasta el final de la misma.

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