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firma invitada ORGUVER.- Y se nos fue Rondo…. ¿Game Over?

Transcurrida ya casi una semana desde que se consumó el traspaso de Rondo a Dallas, y a pesar de que a estas alturas mucho se ha comentado ya al respecto, desde Celtic-Nación no podíamos dejar pasar sin comentar un hecho tan importante para la marcha de la franquicia, y es por ello que dedico éste mi último artículo aquí (y a buen seguro, uno de los últimos que se publiquen ya en este agonizante blog) a abordar este asunto; y voy a hacerlo no tanto desde la óptica de analizar las causas del traspaso, sino más bien sobre las reflexiones posteriores al mismo y a sus consecuencias.

Aunque a prácticamente todos nos disguste la marcha del que era nuestro capitán  (algo a lo que no terminábamos de acostumbrarnos nunca, ya que al mencionar esa palabra quien se nos sigue viniendo a la mente no es otro que Pierce), creo que a estas alturas es algo que ya todos teníamos más o menos asumido, y a nadie ha podido cogerle por tanto por sorpresa. Los planes de futuro del jugador y los de la franquicia eran abiertamente incompatibles y perjudiciales para la otra parte, por lo que era casi imposible (y sobre todo, muy desaconsejable) que Rondo pudiera continuar en la franquicia después de este verano … y ya todos conocemos más o menos como funciona la NBA en estos casos:  cuando un jugador no encaja en los planes de futuro de una franquicia (o viceversa), más tarde o más temprano termina produciéndose su salida.  Ahora nos duele que nos ocurra a nosotros, pero solo así pudimos nosotros conseguir que en su día llegasen a Boston jugadores como Kevin Garnett o Ray Allen, que tampoco encajaban por entonces en los proyectos de sus franquicias. Ahora nos toca ser un equipo perdedor en construcción, y ahí no tiene cabida un all-star con aspiraciones deportivas de anillo y con aspiraciones económicas de megaestrella, como es el caso de Rondo. Y sabemos que en casos así, en la NBA siempre acaba ocurriendo un traspaso, o una marcha del jugador como agente libre   (…bueno, dejemoslo en “casi siempre”, porque excepciones haberlas haylas, como hemos visto recientemente en el caso de Carmelo Anthony y los Knicks … pero ese ejemplo precisamente nos está demostrando bien a las claras los perjuicios evidentes de mantener un escenario tan desaconsejable).

Así pues, la salida de Rondo estaba cantada…  y lo estaba más aún por la firme y ya antigua convicción de Ainge de que era algo que debía hacerse;  cualquiera en su lugar lo pensaría así en estos momentos, con el jugador a tan solo unos meses de distancia de convertirse en agente libre y con la seguridad de que su prioridad sería explorar el mercado y buscar un contrato máximo … pero pocos en cambio lo hubieran pensado así en años anteriores, con un Rondo sobresaliente que ganaba eliminatorias de play-offs por sí solo, aún joven,  y que estaba atado por varios años con un auténtico “contrato chollo” para la franquicia (el suyo era a buen seguro uno de los mejores contratos de la NBA, vistos desde el lado de la patronal:  es decir, en cuanto a rendimiento/salario) … y sin embargo, veíamos como año tas año, su nombre era uno de los fijos en cada época de rumores de traspasos estivales o previos al deadline de Febrero.  Muchos quizá daban poca credibilidad a estos rumores y dudaban de que realmente Ainge pensara en vender al jugador … pero ahora resulta ya obvio que, en efecto, Ainge siempre fué en serio con este asunto y siempre tuvo expuesto a Rondo en nuestro escaparate de venta.  Y por desgracia, a pesar de tenerlo expuesto tanto tiempo, finalmente sólo ha conseguido venderlo en temporada de rebajas, y a precio de coste … o incluso menos.  Algo doloroso de asumir ahora, sobre todo si pensamos en que un par de años atrás (dos años completamente improductivos además para los Celtics) se hablaba de que los Kings estaban dispuestos a ofrecernos a cambio a Demarcus Cousins … que ahora sí representa justamente el perfil de jugador que todos querríamos recibir como prestación; sin embargo, hoy sabemos que recibir un botín de ese nivel ya no estaba ni mucho menos a nuestro alcance.  Creo que hoy en día la mayoría de nosotros estará de acuerdo en que el traspaso de Rondo llega demasiado tarde, y que debió hacerse  uno o dos años atrás, cuando el jugador estaba en su punto más álgido de valor de mercado … pero no es menos cierto que eran minoría los que así lo pensaban por entonces, y que de hecho, uno de los motivos de que Ainge no concretase ninguno de los numerosos e impopulares traspasos que se rumorearon con Rondo involucrado pudo ser precisamente la mayoritaria oposición por entonces de la afición céltica, máxime tras la salida de Pierce y Garnett del equipo. Si bien, el mayor impedimento que se encontró Ainge fué sin duda la grave lesión sufrida por  Rondo hace ahora dos años … es difícil augurar lo que hubiera ocurrido sin aquella lesión, pero personalmente estoy convencido de que hubiera sido traspasado ese verano o en el deadline del año pasado, y probablemente hoy ya estaríamos disfrutando en gran medida de algunos de los beneficios que habríamos obtenido en la operación.  Aquella lesión nos hizo polvo en todos los sentidos.

Si algo hay que reconocerle a Ainge es la vista que ha tenido en todo momento con Rondo:  supo como moverse magistralmente para conseguir sus derechos en aquél caótico draft de 2006 en el que sorprendentemente, había caído hasta el pick 21, siendo escogido por Phoenix Suns con la intención de convertirle en el suplente de Steve Nash  (aquello fué una jugada maestra de Ainge … pero será mejor obviar la otra parte:  como Danny malgastó nuestro pick 6 en aquél draft malvendiendolo a los Wolves a cambio de Sebastian Telfair…). Supo después hacer los movimientos oportunos en la plantilla (asumiendo su error y dando salida al propio Telfair) para abrirle paso a Rajon a una anticipada titularidad, que junto a la inestimable enseñanza obtenida al jugar junto al Big Three, propició su temprana explosión y su crecimiento como jugador.  Pero fué entonces, cuando era un jugador venerado por toda la NBA tras sus habituales hazañas en play-offs, cuando Ainge, una vez más contra corriente, supo ver antes que nadie el lado negativo de Rondo y su incapacidad para liderar un equipo; evidentemente, Ainge conocía mejor que nadie el carácter conflictivo y la peculiar personalidad del jugador, y se convenció mucho antes que nadie de que nunca podría ser el jugador sobre el cual construir el futuro de la franquicia, y que dado su gran valor de mercado, lo mejor era venderlo cuanto antes;  muchos nos llevamos las manos a la cabeza entonces, pero hoy hay que reconocer que tenía toda la razón en este asunto, y que un traspaso acertado hace un par de años podría habernos impulsado hacia una posición mucho más privilegiada hoy en día.

Cuesta aceptar, no obstante, que una vez realizado el traspaso, y aunque se haya hecho muy tarde, no hayamos sido capaces de obtener algo valioso a cambio … pero creo que esto ya está suficientemente comentado a estas alturas.  Es obvio que la incertidumbre sobre su futuro, junto a las dudas que transmite actualmente su juego tras la lesión, intimidan demasiado a cualquier franquicia como para poner activos valiosos sobre la mesa. Pero además, nos topamos con otro serio obstáculo, y es que dos de las franquicias que mayor interés tenían en Rondo y seguramente las que más desesperadas y dispuestas a hacer algún sacrificio estaban eran los archienemigos Lakers y Knicks;  conociéndo la filosofía de ámbas franquicias y viendo su lamentable situación actual, cabe pensar que ahí quizá si habría sido factible pescar picks altos acompañados de talento joven  (Randle, Hardaway Jr.) y a la vez liberar salario recibiendo contratos expirings como el de Nash;  es decir, lo que las normas no escritas indican como contrapartida ideal cuando traspasas a tu estrella … pero hay que reconocer que también aquí Ainge chocaba de bruces contra el infortunio, ya que es fácil imaginar que un traspaso así podría acabar costándole el cargo, ante la repulsa y ofuscación generalizada que obtendría de la afición céltica, que nunca aceptaría de buen grado ver a Rondo vistiendo la camiseta de Lakers o Knicks.  Tampoco podemos pasar por alto que era imposible traspasar a Rondo a un mal equipo, que es de donde podría ser más factible obtener jóvenes con futuro y picks interesantes, ya que la negativa del jugador a renovar por un equipo así echaba para atrás a cualquier posible interesado de ese grupo … así que el supuestamente amplio ramillete de candidatos a hacerse con sus servicios se limitaba en realidad a unos pocos equipos con potencial de contenders, que debían de militar en la conferencia Oeste;  y así, vemos que en realidad había pocas más opciones reales que no fueran Mavericks o Rockets … los cuales disponían de escasos activos de interés para ofertarnos.  La de Houston era una opción interesante el año pasado, ya que nos permitía obtener a Asik (como ya nos hicimos eco en este artículo anterior) … pero parece ser que los Rockets se subieron mucho a la parra con su pretensiones, para terminar después malvendiendo al turco este verano por tan solo un pick de primera ronda  (mucho menos de lo que pedían a Boston solo unos meses antes);  eso sin duda debió pesar mucho también ahora a la hora de que Ainge sopesara las ofertas actuales, ya que era inevitable pasarles factura por aquel desplante. Así las cosas, y aunque el trade haya podido parecer precipitado, pienso que Ainge tenía más que claro ya a estas alturas quién y qué podían ofertar por Rondo, y sabía que no sería posible conseguir mayores dividendos más adelante;  al contrario, el riesgo de que con el paso de las semanas fueran decreciendo las ofertas y el siempre presente riesgo de que el jugador sufriera otra lesión, aconsejaba no demorar más la operación, y así permitir también ponerse manos a la obra desde ya mismo para preparar los siguientes traspasos que nos esperan.

Y AHORA … ¿QUÉ?  … ¿QUE RUMBO DEBEN TOMAR ESTOS CELTICS?

Pues … a falta de buenos activos recibidos, buena sea la flexibilidad obtenida para poder orquestar nuevos movimientos complementarios;  si Boston apuraba hasta el deadline y recibía entonces algún gran contrato expiring para cuadrar salarios, no podría utilizar ya ese contrato en ningún otro traspaso, tan sólo liberar su espacio salarial en verano, algo que ya teníamos garantizado dejando ir a Rondo como agente libre … y por supuesto, aún menos interesaba cargar con contratos que no fuesen expirings.  En cambio, al haber realizado el traspaso dos meses antes del deadline, Ainge tendrá permitido incluir a cualquiera de los tres recién llegados en cualquier traspaso que realice en Febrero, lo que abre nuevas posibilidades complementarias de obtener recursos interesantes, dada la gran diversidad  de assets que puede ofrecer a cambio.  Así, podría ocurrir que el paso atrás que hemos dado ahora con el trade de Rondo pueda servir también para coger impulso y dar un paso adelante más amplio en Febrero; no debemos hacernos muchas ilusiones al respecto, visto como está el mercado, pero es indudable de que al menos dispondremos de una gran flexibilidad en todos los aspectos, y podremos estar mejor colocados que nadie para cuando surja en el mercado una oportunidad interesante. ¿Que oportunidad puede ser esa?  Es difícil saberlo, pero la experiencia nos ha demostrado que ocurren sorpresas de todo tipo cuando menos se espera, como acabamos de comprobar ahora con el corte de Josh Smith.  No es ése un jugador que nos interese ahora lo más mínimo  (otro cantar hubiera sido de continuar Rondo en el equipo, ya que son muy amigos y Rajon ya intentó reclutarlo activamente el año pasado … afortunadamente para nosotros, sin éxito). Nos queda ya poco talento contrastado en la plantilla, pero aún tenemos jugadores que pueden ser útiles para un contender, y de los que se podría obtener algún beneficio.  No hablo aquí de Jeff Green, al que reservo para el siguiente párrafo, sino de  Brandon Bass y Gerald Wallace, que a pesar de ser jugadores marginales en los actuales Celtics, sí podrían cubrir un rol útil dentro de la rotación de un equipo contender;  Bass ahora mismo podría ser interesante para cualquier contender, ya que garantiza una correcta producción como jugador de rotación y por su condición de expiring que libera 7 millones el próximo verano.  Lo de Wallace está mucho más complicado, pero a pesar de su ostracismo en los Celtics, no debemos olvidar sus condiciones y sus virtudes defensivas, que podrían aportar unos minutos útiles a la rotación de algún equipo corto de efectivos con aspiraciones de play-offs  (veo por ejemplo a los Pelicans muy cojos en el puesto de SF) … pero a diferencia de Bass, aquí el problema es su contrato; sin embargo, no es imposible encontrar algún escenario factible, como el de cambiarlo por algún contrato parecido de algún jugador lesionado de larga duración (como Eric Gordon, Josh McRoberts o cualquier otro que se pueda añadir a la lista próximamente), si Ainge sabe endulzarlo con alguno de los múltiples picks que tenemos ahora disponibles, o algún joven prescindible como Crowder o Pressey.  Y pienso que esa debe ser la mayor prioridad para Ainge en estos dos próximos meses:  tratar de dar salida a los jugadores que sobran en nuestro proyecto actual y obtener algún beneficio por ellos.

Pero a buen seguro, el nombre que acaparará mas titulares en las próximas semanas será el de Jeff Green, ya que sin lugar a dudas, es el jugador más vendible de la plantilla actual, con gran diferencia sobre el resto. A mí personalmente me gustaría que permaneciera en el equipo, es un jugador que me gusta y que podría tener cabida en el próximo proyecto … pero estamos casi en la misma situación que con Rondo: el jugador puede convertirse en agente libre el próximo verano si ejerce su player option, y es muy probable que lo haga ante la perspectiva de seguir jugando en un equipo perdedor, cuando casi todos los equipos contenders se pegarían ahora mismo por hacerse con sus servicios … por lo tanto, de nuevo es más que recomendable venderlo, ahora que su valor de mercado está casi más alto que nunca y que podríamos recibir alguna contrapartida valiosa por él, antes que correr el riesgo de perderle gratis en Julio. Incluso así tenemos opciones de “dirigirle” hacia un destino cómodo para nosotros y minimizar el riesgo de que firme como agente libre por algún equipo rival como Lakers o Knicks, nuevamente … en fin, es otra patata caliente del mismo calibre que lo era la de Rondo, salvo que si él decidiera continuar con nosotros el año próximo (algo que quizá podría hacer  como agradecimiento por lo bien que se portó con él la franquicia cuando tuvo su operación cardíaca)  le seguiríamos pagando lo mismo que este año (aunque ya para el siguiente si que habría que abordar una hipotética renovación).  En cualquier caso, y al igual que ha sucedido con Rondo, si al final es traspasado no debemos esperar tampoco obtener grandes cosas a cambio … por las mismas razones que con Rajon; así que probablemente nos tendríamos que conformar con otra primera ronda de draft y poco más.

Lo que sí parece claro ahora mismo es la provisionalidad de esta plantilla céltica:  ninguno de los miembros actuales tiene un estatus de “piedra angular” para el futuro proyecto;  ni los teóricos mejores jugadores ahora mismo (Green, Sullinger, Bradley, Smart, Olynyk, Turner) tienen el suficiente peso en el equipo como para considerarlos intransferibles … por lo que cualquiera de ellos podría formar parte de algún traspaso en el que recibiéramos un jugador de mayor calidad. A Smart parece habersele despejado mucho el camino para que tenga su oportunidad, pero el nivel que ha ofrecido hasta ahora no invita tampoco a apostar por él a muerte … máxime teniendo en cuenta la gran cantidad de elecciones altas que tendremos en los próximos drafts, lo que nos puede permitir nuevas apuestas más ambiciosas para cubrir cualquier posición. Se da el caso además de que, hasta ahora, todos nuestros jóvenes han mostrado virtudes interesantes, pero igualmente está quedando claro hasta ahora que ninguno de ellos apunta tampoco hacia un nivel de estrella de la competición:  Sullinger, Olynyk, Zeller, Turner, Bradley y Smart parecen tener condiciones para llegar a ser buenos complementos, pero a ninguno de ellos se le aprecia hasta ahora madera de líder ni de jugador que marque diferemcias … y aunque todo equipo debe contar con varios jugadores de ese perfil, es obvio que una plantilla formada íntegramente solo por ese tipo de jugadores y carente de estrellas no va a ningún sitio.  Ese deberá ser, por lo tanto, el principal objetivo de Boston desde este momento:  buscar a su nueva estrella, a su nuevo jugador franquicia. Sospecho que esa figura no se encuentra todavía entre los miembros actuales de la plantilla (aunque es pronto aún para descartar esa opción, y se debe trabajar intensamente en ver la capacidad de progresión de nuestros jóvenes), por lo que la vía más factible para su llegada parece que será el draft … una suerte tradicionalmente esquiva para nosotros, pero a la que acudiremos en los próximos años con notables garantías de éxito:  6 picks de primera ronda en los próximos años nos dan muchas opciones para acertar con una elección que sea clave para nuestro futuro, ya sea nuestra o ajena (semejante acumulación de picks y jugadores jóvenes como tenemos nos puede facilitar mucho una negociación para subir posiciones y poder acceder a los puestos top de cualquiera de esos próximos drafts. Quizá incluso pueda conseguirse esa estrella mediante algún traspaso en el que entreguemos un amplio pack de jóvenes y picks … pero difícilmente llegará a través de la agencia libre; sólo cuando Boston tenga ya en su estructura ese jugador franquicia será posible tratar de atraer voluntariamente a otras estrellas para que firmen con nosotros y puedan darnos ese salto de calidad necesario para regresar a la élite. Y el segundo objetivo debería ser buscar a nuestro center del futuro; dada la dificultad de encontrar pivots de garantías por su escasez en el baloncesto actual, Ainge haría bien en dar prioridad a cubrir con éxito ese puesto aprovechando la flexibilidad que tenemos en este momento y el arsenal de assets disponibles, ya que para el resto de posiciones el mercado siempre ofrece muchas más posibilidades. Una vez conseguidos el jugador franquicia y el center titular de garantías, encontrar el resto de complementos debería ser más bastante más sencillo.

Por lo tanto, preparémonos pues para el próximo carrusel de movimientos que se avecina, porque esto no ha hecho más que comenzar con la operación de Rondo; con toda seguridad, los Celtics estarán en el centro de todos los rumores en las próximas semanas, dado el auténtico arsenal del que dispone ahora Ainge para negociar:  además del ya comentado alto cartel con el que cuenta en la liga Jeff Green, Ainge  guarda en su manga varios ases más:  el as de las numerosas rondas de draft recolectadas (no tendremos hueco para tantos jóvenes en la plantilla, por lo que habrá que poner en venta algunos de esos picks), junto con el as de los contratos expirings (disponemos de 21 millones liberables gracias a los atractivos contratos de Thornton, Bass, Brandan Wright y Pressey), el as de las jugosas “trade exception” recibidas, y  un último as añadido: los jugadores traspasables … que hoy por hoy, serían casi todos los demás (el recién llegado Jameer Nelson debería ser un jugador fácil de traspasar, dada su experiencia, su calidad, y la modestia de su contrato … y lo mismo podría decirse de cualquiera de los jóvenes del equipo (incluído el recién llegado Crowder). Todo ello unido a la falta de objetivos de la franquicia y a la necesidad de Ainge de intentar contentar a una afición hundida tras las salidas de Pierce, KG y Rondo, nos garantiza que Danny se va a mover todo lo posible en este mercado invernal, ya que ahora no hay ningún motivo para tener prudencia y esperar. Y puede beneficiarse además del efecto dominó provocado por él mismo:  tras el rearme de Dallas con Rondo, a algunos de sus rivales directos no les va a quedar más remedio que mover ficha y reforzarse para poder competir con ellos;  es el caso de  Rockets, Blazers, Clippers, Grizzlies o los propios Warriors  (… que bien les iría Jameer Nelson a algunos de ellos, que cojean ostensiblemente en el puesto de PG). Lo cierto es que la cantidad de assets que tiene Ainge disponibles para negociar es realmente abrumadora, e incomparable a la de cualquier otra franquicia.

 

¿ FIN DE CICLO EN LA DIRECCION DEPORTIVA ?

Y cierro con una última reflexión: al margen de las opiniones que podamos tener todos acerca de su gestión y de las dudas que podamos tener sobre su capacidad para volver a construir otro equipo ganador, cabe preguntarse si al final de esta temporada no sería un buen momento para que Ainge considerase dejar su puesto en otras manos; después de doce años en el cargo y de haber vivido ya todos los ciclos posibles de una franquicia: dos demoliciones completas de plantilla, dos reconstrucciones vía draft, una construcción exprés de equipo campeón vía traspasos, un título y una final NBA, dos temporadas o más de tankeo, y haber vendido a todas las estrellas que ha tenido en sus plantillas (entrenador incluído), con el consiguiente enfado de la afición y el desgaste que ello supone, e incluso haber sufrido un amago de infarto hace unos años … pues resulta inevitable plantearse si no sería ahora lo mejor dejar la dirección deportiva en manos de otra persona que llegase con aire fresco, sin quemaduras de desgaste entre la afición y que pudiera trabajar con un proyecto saneado, sin hipotecas de ningún tipo y con múltiples activos de valor a su disposición para comenzar desde cero. Entiendo que al mismo Ainge parece motivarle este escenario y que aspire a demostrar que es capaz de volver a construir un equipo campeón … pero pienso que ya ha completado totalmente su ciclo, y que podría ser un momento ideal para poner el punto final a su etapa y permitir que se abra una nueva .

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