Muchas son las líneas de trabajo que ha de preparar y seguir Danny Ainge para reconducir de nuevo a los Boston Celtics a la senda de las victorias importantes. El candente asunto relativo a qué se debe o se puede hacer con Paul Pierce y Kevin Garnett determinará sin duda el resto de decisiones y marcará el paso hacia un tipo de camino u otro.
Pero independientemente de ambos pesos pesados deportivos y económicos, otra serie de dudas acechan en el cercano horizonte. ¿Volverá Rajon Rondo totalmente recuperado y en plenitud tras su lesión? ¿valdría la pena plantearse su traspaso?, si es así, ¿en qué términos? ¿estrella por estrella? ¿estrella por juventud, picks y expirantes? Todo en consonancia con un proceso de reconstrucción total, construcción mixta o continuación total de este ya casi eterno y prácticamente acabado proyecto iniciado en 2008. Varias posibilidades, todas ellas factibles, aunque da la sensación que la construcción mixta puede ser la variante más plausible y acertada. Ello supondría mantener a Rondo y Green como espadas amenazantes, rodeados de jóvenes como Bradley y Sullinger, que seguirían creciendo y gozarían de muchos minutos sin la presión de tener que ganar a toda costa pero pudiendo competir contra cualquiera.
Los contratos malos de Bass, Terry o Lee también merecerán a buen seguro una gran consideración, así como el agujero tremendo e innegable que se instala en la zona, algo que podría agudizarse profundamente con la marcha/retirada de Garnett. Efectivos interiores son necesarios.
Sin embargo, junto a todo este esquema, bosquejo simple y muy resumido de algunas decisiones que han de tomarse, sale a relucir otra vía de crecimiento, que ha de tomarse muy en serio y que prácticamente no incide en el tipo de estrategia a seguir. Me refiero obviamente al inminente draft de 2013. Una elección #16 que debería ayudar al equipo de la manera que fuera.
No vamos a detenernos a examinar pormenorizadamente todas las elecciones en estos últimos años, basta decir que ha habido luces y sombras, quizá más de estas últimas. Ahora nos toca una elección de perfil medio, en un draft medio en el que priman jugadores grandes pero tampoco grandes figuras a priori. Acertar con un jugador de altas capacidades va a ser complicado, pero al menos sí sería y es totalmente exigible no tirar la elección a la basura, como en otras ocasiones. El habernos hecho con Courtney Lee nos priva de elección en segunda ronda lo que supone tener que afinar más si cabe. Y no es que una segunda ronda hubiera sido a priori una elección para ponerse a dar saltos de alegría, pero demuestra que cuando no salen las cosas, se pierden recursos por todos lados.
La duda vuelve a surgir. ¿Moverse para elegir más arriba? ¿más abajo? ¿aprovechar el draft para solucionar el tema Pierce-Garnett?, ¿elegir al mejor jugador disponible? ¿al mejor jugador interior?. Son preguntas que hay que darles una sosegada y buena respuesta.
A día de hoy, los pronósticos van fluctuando mucho, pero por más que se vayan afinando, no parece un draft sencillo, habrá jugadores que sorprenderá verlos arriba y otros que caerán más abajo respecto a las previsiones. Incluso habrá muy distintas previsiones entre los quinielistas.
Creo que lo ideal sería mantener el pick donde está, ni perderlo ni moverlo en un sentido ni en otro, y elegir al mejor interior disponible, salvo que se ponga a tiro algún otro jugador de otras características pero que sea indudablemente bueno de verdad. Existen bases interesantes, pero con Rondo por delante sería un tanto absurdo ir a por ellos. En líneas generales el perímetro está cubierto y lo que necesitamos son cuerpos interiores, aunque estén bisoños. Los Heat aún tienen cuerda para rato y si con el tiempo de este draft y/o de Fab Melo pulimos un buen center, yo ya me doy con un canto en los dientes.
Con apenas unos vídeos como argumento, hablar más de la cuenta sería osado por mi parte. Pero así en frío y a priori, mi sensación es que existen muchos hombres grandes, pero algunos de ellos muy “tochos”, otros torpes y nada físicos, algunos muy muy por hacer y otros meramente defensivos. No parece que vayamos a poder encontrar un titular de garantías en este draft, pero hay que sumar como sea tras la marcha de Milicic, las lesiones de Wilcox, la bisoñez de Melo, la edad de Garnett, la espalda de Sully, la temporalidad de White y Randolph y el pasotismo casi constante de Bass. Sinceramente Nogueira, Plumlee, Adams o Gobert no me convencen demasiado.
El jugador quizá más enigmático es el greco-africano Giannis Adetokoubo, una especie de Magic Johnson en potencia, que a día de hoy no pasa de ser apenas un jovenzuelo que pasea su físico en las divisiones inferiores a las ligas griegas. Pero me da que si está disponible en el #16 Ainge irá a por él. Pálpito sin más, pero ahí lo dejo.
Pero independientemente de ambos pesos pesados deportivos y económicos, otra serie de dudas acechan en el cercano horizonte. ¿Volverá Rajon Rondo totalmente recuperado y en plenitud tras su lesión? ¿valdría la pena plantearse su traspaso?, si es así, ¿en qué términos? ¿estrella por estrella? ¿estrella por juventud, picks y expirantes? Todo en consonancia con un proceso de reconstrucción total, construcción mixta o continuación total de este ya casi eterno y prácticamente acabado proyecto iniciado en 2008. Varias posibilidades, todas ellas factibles, aunque da la sensación que la construcción mixta puede ser la variante más plausible y acertada. Ello supondría mantener a Rondo y Green como espadas amenazantes, rodeados de jóvenes como Bradley y Sullinger, que seguirían creciendo y gozarían de muchos minutos sin la presión de tener que ganar a toda costa pero pudiendo competir contra cualquiera.
Los contratos malos de Bass, Terry o Lee también merecerán a buen seguro una gran consideración, así como el agujero tremendo e innegable que se instala en la zona, algo que podría agudizarse profundamente con la marcha/retirada de Garnett. Efectivos interiores son necesarios.
Sin embargo, junto a todo este esquema, bosquejo simple y muy resumido de algunas decisiones que han de tomarse, sale a relucir otra vía de crecimiento, que ha de tomarse muy en serio y que prácticamente no incide en el tipo de estrategia a seguir. Me refiero obviamente al inminente draft de 2013. Una elección #16 que debería ayudar al equipo de la manera que fuera.
No vamos a detenernos a examinar pormenorizadamente todas las elecciones en estos últimos años, basta decir que ha habido luces y sombras, quizá más de estas últimas. Ahora nos toca una elección de perfil medio, en un draft medio en el que priman jugadores grandes pero tampoco grandes figuras a priori. Acertar con un jugador de altas capacidades va a ser complicado, pero al menos sí sería y es totalmente exigible no tirar la elección a la basura, como en otras ocasiones. El habernos hecho con Courtney Lee nos priva de elección en segunda ronda lo que supone tener que afinar más si cabe. Y no es que una segunda ronda hubiera sido a priori una elección para ponerse a dar saltos de alegría, pero demuestra que cuando no salen las cosas, se pierden recursos por todos lados.
La duda vuelve a surgir. ¿Moverse para elegir más arriba? ¿más abajo? ¿aprovechar el draft para solucionar el tema Pierce-Garnett?, ¿elegir al mejor jugador disponible? ¿al mejor jugador interior?. Son preguntas que hay que darles una sosegada y buena respuesta.
A día de hoy, los pronósticos van fluctuando mucho, pero por más que se vayan afinando, no parece un draft sencillo, habrá jugadores que sorprenderá verlos arriba y otros que caerán más abajo respecto a las previsiones. Incluso habrá muy distintas previsiones entre los quinielistas.
Creo que lo ideal sería mantener el pick donde está, ni perderlo ni moverlo en un sentido ni en otro, y elegir al mejor interior disponible, salvo que se ponga a tiro algún otro jugador de otras características pero que sea indudablemente bueno de verdad. Existen bases interesantes, pero con Rondo por delante sería un tanto absurdo ir a por ellos. En líneas generales el perímetro está cubierto y lo que necesitamos son cuerpos interiores, aunque estén bisoños. Los Heat aún tienen cuerda para rato y si con el tiempo de este draft y/o de Fab Melo pulimos un buen center, yo ya me doy con un canto en los dientes.
Con apenas unos vídeos como argumento, hablar más de la cuenta sería osado por mi parte. Pero así en frío y a priori, mi sensación es que existen muchos hombres grandes, pero algunos de ellos muy “tochos”, otros torpes y nada físicos, algunos muy muy por hacer y otros meramente defensivos. No parece que vayamos a poder encontrar un titular de garantías en este draft, pero hay que sumar como sea tras la marcha de Milicic, las lesiones de Wilcox, la bisoñez de Melo, la edad de Garnett, la espalda de Sully, la temporalidad de White y Randolph y el pasotismo casi constante de Bass. Sinceramente Nogueira, Plumlee, Adams o Gobert no me convencen demasiado.
El jugador quizá más enigmático es el greco-africano Giannis Adetokoubo, una especie de Magic Johnson en potencia, que a día de hoy no pasa de ser apenas un jovenzuelo que pasea su físico en las divisiones inferiores a las ligas griegas. Pero me da que si está disponible en el #16 Ainge irá a por él. Pálpito sin más, pero ahí lo dejo.
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