No sabemos hasta donde alcanzan los tentáculos de Stern pero de lo que no cabe duda es que la “suerte” ha emparejado de nuevo a Celtics y Heat, rivales que una temporada más lucharán por el cetro de campeón de la conferencia Este en primer lugar y tendrán como objetivo final el título de campeón, con el consiguiente anillo y la subida del banner al techo del pabellón. Este hecho que podría ser algo relevante para Miami se convierte hoy para los Celtics en algo muy parecido a una cuestión de estado. Tener de nuevo enfrente a Lebron, ¿cuántos debuts hemos disputado ante la nueva estrella de la NBA? debería ser motivo más que suficiente para ir con el cuchillo entre los dientes pero es que en estos Heat hay más motivos para tener claro que aunque hoy es solo el primer partido de la temporada, ganar esta particular guerra fría sería un primer puñetazo en la mesa y un aviso al campeón. Aunque el morbo estará en ver a Ray Allen, en mirarle a los ojos y hallar en él el sentimiento oculto que se esconde tras ese rostro pocas veces alterable, ¿ qué pensará cuando ahora sus compañeros Lebron, Wade o Bosh se enfunden un anillo que hasta hace muy poco podría haberse enfundado él? También habrá morbo por ver como reaccionan los Celtics ante la ceremonia de campeón de Miami, si se aislarán en el vestuario o Doc les ordenará que salgan y presencien ese acto para poner más gasolina en el fuego. La formalidad del apretón de manos o el choque de puños no será esta vez algo testimonial, el calor veraniego dejó al descubierto una relación tirante entre Rondo y Ray Allen e incluso un alejamiento que Garnett hizo público entre él y el escolta ahora de los Heat.
Todos estos motivos podrían valer para motivar a una plantilla que saltará a por todas a la cancha del American Airlines Arena pero la guerra fría que se ha instaurado entre los dos equipos, el hecho de caer dos años consecutivos ante Miami en playoffs y alguna rencilla personal entre alguno de los miembros de las dos plantillas harán que el debut no solo sea el primer partido de la temporada, también no servirá para ver como se mueven los nuevos en una batalla que parafraseando a Garnett será una Bar Fight desde el salto inicial. La charla técnica de Doc en el día de hoy será sencilla, apelar al orgullo, al viejo espíritu Celtic y es que para ganar hoy en Miami no solo habrá que demostrar que las fuerzas siguen igualadas y que las nuevas incorporaciones pueden hacer que la balanza se incline a nuestro favor, hoy habrá que apelar al corazón de un equipo que ansía de nuevo ganar el anillo de campeón. Como reza el eslogan publicitario de captación de abonados, It´s all about 18, que así sea A POR ELLOS.
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