Ayer Boston cayo derrotado frente a Toronto, por 105-111, en un partido en el que Delonte West cayó lesionado y durante el cual los Celtics no supieron aprovechar sus opciones de acercarse un poco más a los últimos equipos clasificados matemáticamente para los playoffs en la Conferencia Este. ¿Significa esto que tras este partido saldado negativamente frente a uno de los rivales más débiles de la liga, Boston queda definitivamente apartado de la lucha por los playoffs? Se mire como se mire, NO.
No, en primer lugar, porque Boston no ha llegado a meterse en toda la temporada en esa carrera. A pesar de la mejora experimentada en los resultados en los últimos partidos, hay que ser conscientes de las condiciones en que esos resultados favorables se han dado. Boston ha logrado generar unas cuantas victorias en un corto espacio de tiempo, pero siempre frente a equipos mal clasificados: todos, salvo Indiana, a quien Boston derrotó el viernes por 99-98, se encontraban fuera de la lucha por los playoffs. Con un record negativo de victorias, luchar por el playoff exige mucho más: exige, entre otras cosas, hablar cara a cara a los grandes equipos de la liga y eso es algo que los Celtics no han conseguido, como quedó en evidencia en la derrota frente a Miami por 103-96 o frente a Phoenix o frente a Cleveland. No hay duda de que los Celtics han exhibido un nivel superior en estos últimos partidos al mostrado semanas atrás, pero no ha sido causado por un gran salto cualitativo del juego de equipo. De hecho, se percibe mayor el crecimiento individual de los jugadores que el del conjunto del equipo.
Y no, dadas las condiciones en que el equipo ha disputado estos partidos. Boston ha jugado con gran fragilidad en el interior, a causa de las lesiones de Al Jefferson y Kedrick Perkins. El primero, recuperado ya, ha vuelto ya en los últimos dos partidos, mostrando el nivel modesto al que nos tiene acostumbrados este año, mientras que Kedrick aun tardará un poco más. Sólo la recuperación completa de ambos, sumada a un alto nivel de juego, podía poner a Boston en el camino de los playoff, pero ello está por ver y está por ver también que pasa con West.
Ciertamente alcanzar los playoffs hace meses que dejó de ser un objetivo para Boston y mucho sería necesario para cambiar eso. A pesar de haber sido elogiados por ex-vecinos como este, lo cierto es que Boston juega otra liga este año, y en esa competición, no parece existir postemporada. Todo es posible aun: quedan 23 partidos y habrían de ganarse seis más que los que ganasen los perseguidos, pero no parecen existir hoy suficientes argumentos deportivos para pensar que ello es alcanzable. Aunque nada esté descartado, no está la cosa para ser optimistas.
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